Aunque lloré, sufrí, dudé, renegué, fui inmensamente feliz en estos cien días.
-José Díaz.
La historia: El naturalista español José Díaz se propuso pasar aislado y en soledad cien días que abarcaron desde el 12 de septiembre del año 2015 hasta el 19 de diciembre del mismo año. Para ello, eligió una cabaña aislada en el Parque Natural de Redes en la región de Asturias en España. El reto consistía en hacerlo sin electricidad, móvil, ordenador, reloj y siendo autosuficiente en cuestiones alimentarias sin recurrir a la caza. Cien días de soledad, por lo tanto, recoge en forma de película documental esta experiencia que fue grabada y documentada por el propio naturalista.
La crítica: Desde que Cine y críticas marcianas comenzó su andadura, el cine documental siempre tuvo y tendrá un lugar especial para una cinematografía, que bajo mi punto de vista, conserva la mayor pureza de lo que llega a las salas o a los festivales de cine. Ello no significa que todo lo que se haga sea excelente, pero siempre merecerá la pena reseñar, lo que en este caso ha conseguido estrenarse en salas comerciales, aunque haya sido en un circuito de cine minoritarios en España. En todo caso, espero que pronto 100 días de soledad pueda estar a disposición en las plataformas legales habituales.
La película está producida por José María Morales que es un gran amante de la naturaleza como ya demostró en su anterior proyecto Cantábrico (Los dominios de oso pardo). En aquella cinta tuvimos la oportunidad de conocer a su narrador Luis Ignacio González en una entrevista muy especial. En el caso de la cinta reseñada hoy, José Díaz es el hombre orquesta de la producción haciendo las labores de narrador, director de fotografía, guionista, y codirector junto a Gerardo Olivares.
Pero si en Cantábrico, la naturaleza en sí misma era la que ejercía como sujeto narrador, en está ocasión es el hombre y su relación con el entorno natural el que ocupa el leitmotiv de la historia. Rodada de manera más intimista y en un tono a su vez exuberante en lo natural, cabe destacar que existe en la proyección un cierto aire minimalista en lo personal que repercute en cierta desconexión emocional con su protagonista. Podríamos concluir que como "actor" José Díaz no se ganaría el sueldo, pero como documentalista ha nacido con un don para tal labor.
Quizás el momento más emotivo de la película no llegue con el reto en sí mismo y en su lucha contra los elementos naturales como la nieve, el viento o el frío, sino cuando nuestro protagonista comienza a sentir el precio de la incomunicación con su mujer y sus hijos. Precisamente es en este contexto cuando llega el mensaje que más interés me ha generado la propuesta. En un momento dado, es cuando el propio José en un monólogo directo consigo mismo y con el espectador, hace ver que el alejamiento temporal con la pareja es necesario y casi aconsejable, para revitalizar e impulsar el amor. Es decir: alejarse para volver a amar.
La historia también nos habla de un profundo viaje de lo urbano a lo rural con todas las consecuencias que ello implica. Es decir, el hombre y la naturaleza convergiendo sin móviles, redes sociales, nevera o televisión. ¿Es posible la vida sin Facebook? Bueno posible es claro, pero la paradoja es que sin las redes sociales la difusión de este proyecto sería casi imposible. Por lo tanto, supongo que es en la medida y no en su uso, donde el equilibrio debe encontrar su razón de ser. En lo personal, no voy a denostar las nuevas tecnologías. Creo además que en este caso y aplicándolas en la conservación del entorno natural son una herramienta perfecta de divulgación.
De hecho, José para llevar a cabo la filmación ha empleado entre otras: una cámara Sony 4K de última tecnología digital, varias cámaras go-pro (incluso sub-acuaticas), un drón con una cámara instalada para las espectaculares tomas aéreas, y dos cámaras de fotos para comprimir secuencias de larga duración. Eso sí, para poder transportar todo este material tan pesado, el cineasta contó con el gran apoyo del caballo Atila que se convierte en coprotagonista de la filmación.
Cabe señalar que José Díaz contó para está aventura en soledad con los siguientes recursos para alimentarse : 6 gallinas y un gallo, un invernadero y una huerta para obtener verduras y patatas cultivadas por él mismo, colmenas para obtener miel, y la recolección de frutos del bosque como zarzamoras, arándanos, nueces o avellanas. Lo curioso y esto entraría en el debe de la producción es que al protagonista no se le ve en ningún momento preparando o cocinando estos alimentos; solo una vez se le tirando de una lata de comida de las pocas que llevó hasta la cabaña.
Otra de las cosas que me genera alguna duda es por qué elegir 100 días para este reto y no 30 o 200. Desde luego el esfuerzo para sobrevivir 100 días así es enorme y muy meritorio, pero aunque pueda resultar duro escribirlo o pensarlo, lo realmente bonito hubiera sido llevar a cabo este reto durante un año completo para poder disfrutar de las cuatro estaciones del año y de los cambios que se producen en la naturaleza. He de suponer que un invierno en esas condiciones hubieran sido casi insuperable, pero quizás con apoyo externo se hubiera completado un ciclo anual maravilloso en los países que contamos con las cuatro estaciones del año.
Recapitulando, 100 días de soledad es una propuesta muy interesante, pero que no enamora a la salida de los cines. Al menos, como reto técnico. Lo que si enamora son las imágenes captadas de la naturaleza en plena ebullición. También los sonidos del bosque, los animales que pueblan el lugar y sobre todo los maravillosos colores del otoño en el Parque Natural de Redes. Es por ello, que la película es un bonito marco estético y una buena puerta de entrada para todo aquel que no conozca Asturias o conociéndola, decida emprender este viaje visual de lo urbano a lo rural.
Nota: 7/10.
Nacionalidad: España.
Dirección, guión, narración y
fotografía: José Diáz.
Codirector: Gerardo Olivares.
Música: Pablo Díaz Fanjul.
Duración: 93 minutos.
Estreno España: 16/03/2018.
Conozco Asturias y me parece maravillosa. Ya es motivo suficiente para ver este documental que, no cabe duda, es de admirar por lo que representa permanecer aislado tantos días.
ResponderEliminarMuy interesante propuesta. Las imágenes , los sonidos del bosque y los preciosos colores ya invitan a disfrutar de esta gran aventura.
Te deseo un bonito fin de semana.
Un beso.
Hola Amalia, también tengo la fortuna de conocer Asturias y desde luego las imágenes que consigue capturar el documentalista son un gran homenaje a esa rica tierra.
EliminarAdemás muy a valorar el mérito, el trabajo del reto y de la postproducción del documental.
Muchas gracias por pasarte y buen fin de semana, un beso.
Muchas gracias una vez más,seguro que vale la pena ver esos preciosos parajes.
ResponderEliminarComo siempre es una maravilla leer tus criticas marcianas. Un abrazo.
Muchas gracias a ti Javier por comentar y compartir en tus redes la reseña del documental. Desde luego que vale la pena divisar estos preciosos parajes. Un abrazo.
EliminarHola,
ResponderEliminarentiendo que la idea está alargada con los 100 días. Aun con todo, es muy escaso material. Por lo que creo que se exprimirán todos los recursos al máximo. De ahí pueden salir cositas maravillosas. Así pues, es adecuado para abarcar algo diferente qué ver. Parece interessante.
Un gran saludo.
Hola Keren, desde luego que es una propuesta distinta y diferente, que hacen del cine algo más que un simple entretenimiento. Un abrazo y muy buen fin de semana.
EliminarMe encantan los documentales y si muestran naturaleza, mucho mejor!
ResponderEliminarGracias por tu reseña, hay pelis que tardan en llegar a Buenos o Aires,o tal vez nunca llegan, pero siempre es un gusto enterarse de lo nuevo.
Abrazos.
Que bien Adriana; me alegro que sean de tu agrado. Tal vez no llegue pronto a Argentina, pero seguro que próximamente estará disponible a través de las plataformas habituales.
EliminarAbrazos y buen fin de semana.
Hola Miguel, me encantan dos cosas, la naturaleza y los documentales, justo veo al menos una vez a la semana un programa de hombres de montaña y como sobreviven en ello...Ay me encantaría poder perderme unos 100 días también....Ajajajaja...Pero aunque se escucha atractiva la aventura me supongo que en la realidad es algo duro, estar fuera de la comodidad de casa, mas sin embargo, esos momentos a solas contigo y en reflexión hacen mucho muy valiosa la experiencia... Nos traes una estupenda reseña sobre un tema en el que convergen varios ángulos como la separación de la tecnología, zona del confort y de los seres amados y en la que se valora un cine poco difundido opacado por las luces de los reflectores de la grandes producciones, pero esperemos que con una mayor difusión estos trabajos sean promovidos en mayor medida...Me ha gustado mucho, gracias por compartirnos de tu preciada tinta...Besitos...en soledad ;)
ResponderEliminarBueno María, pues entonces está claro que esta película no te la puedes perder. Desconozco si llegará a México, pero seguro que pronto estará disponible por algún medio audiovisual o canal especializado. A mí como ya sabes me fascina el cine documental y veo bastante más del que reseño. Como bien dices, José Díaz lo que trata de relatar es un proceso de reflexión que le lleva a sacar conclusiones muy interesantes. Muchas gracias también por tu comentario y por la difusión en tus redes sociales de la crítica marciana. Besos en compañía del cine y sus películas :-))
EliminarMe ha encantado esta reseña Miguel,... en el corte que pones se pueden ver tomas espectaculares de un paisaje único de neustra tierra. Envidio de verdad la fuerza interior y el tesón de este hombre. Muchas gracias y felicidades por la entrada!
ResponderEliminarMuchas gracias Norte, hay tomas de todo tipo y las aéreas con el drón son pura poesía. Además es como comentas muy envidiable la capacidad física y psicológica de José Díaz para llevar a cabo dicha producción. Gracias a ti por tu tiempo y si tienes oportunidad de verla, como amante del paisaje y la naturaleza, te encantará la película. Un abrazo.
EliminarUna película-documental que se muestra interesante. Desde luego el escenario asegura unas imágenes espectaculares.
ResponderEliminarEstos retos de supervivencia para su posterior difusión y distribución a mí siempre me siembran dudas. Que tú mismo reseñes que no se le ve cocinar a mí me hace pensar mal, pero solo es una suposición.
Desde mi punto de vista, tiene interés este experimento para evaluar el impacto de esa soledad. El ser humano es un "animal" social, estamos programados para vivir en comunidad, necesitamos de los otros para desarrollarnos. El intentar sobrevivir "solo" es interesante desde un punto de vista científico.
Que digo yo que ese título sea un guiño al libro de García Márquez, pero cambiando años por días.
Genial reseña. Me apunto este título para visionarla (todavía estoy con la boca abierta desde que vi "Cantábrico").
Un abrazo, Miguel.
Hola Kirke, como bien dices nos encontramos con un escenario espectacular y unas tomas muy bien rodadas.
EliminarComo experimento social y esto es algo que no he mencionado en la reseña, es interesante como la soledad puede afectar nuestro comportamiento psicológico e incluso al aparato fonador por lo que José se veía obligado a articular palabras para que su voz y sus cuerdas vocales no se le atrofiaran. Respecto a lo que apunto de que no se le ve cocinar es solo una anécdota y la prueba de que José Díaz fue muy honrado en ese aspecto, es que el mismo se graba abriendo una lata de comida, cosa que pudo haber evitado.
En lo personal eso sí, me hubiera gustado ver las 4 estaciones del año, pero quizás sea pedirle al naturalista una quimera ya que su reto era hacerlo sin ayuda y en solitario.
Respecto al título, si claro, entiendo que es un guiño al maestro García Marquez y de hecho he escrito en la reseña y corregido bastante veces ambos términos mezclados. Bueno y si te gustó Cantábrico, no dudo que disfrutarás con las imágenes y el reto de José Díaz.
Un abrazo y gracias por tu comentario, buen fin de semana Kirke.
Muy interesante este reto de supervivencia, aunque lo más difícil me parece la soledad, pues por lo demás sin ir muy lejos, así vivían en las pequeñas aldeas los abuelos, claro que hay una gran diferencia con todo lo que hoy se nos ofrece y estamos acostumbrado
ResponderEliminarYo en los veranos de niña conocí la casa de mis abuelos sin luz eléctrica... y todo similar, a lo que ha hecho José Díaz en este gran reto maravilloso, y que merecerá la pena ver por los paisajes y sonidos de un lugar tan hermoso, y escuchar sus vivencias.
Como siempre un placer pasearse por tu letras Miguel.
Un abrazo y buen fin de semana.
Hola Elda, en cierta manera lo que comentas valdría muy bien para valorar lo que nuestros antepasados y especialmente en los núcleos rurales, tuvieron que soportar o más bien lidiar con naturalidad, y aprovechar los recursos que la naturaleza o sus tierras les ofrecían. En el fondo, pienso que lo que trata de hacer el naturalista es dar un aviso sobre como nos relacionamos con nuestro entorno y de preservación del medio ambiente con un humanismo bastante especial.
EliminarDesde luego ver las imágenes grabadas merece la pena.
Gracis Elda por pasar y un abrazo para ti también.
Tuve ocasión de oír una entrevista a José Díaz en la radio hace un par de meses y me encantó todo lo que contó, sobre todo porque yo me confieso urbanita total y encuentro gran mérito a su reto. Otra cuestión es cómo haya quedado, en conjunto, el documental. Es curioso porque me hice la idea de que era un hombre soltero y cuando comentó que no, que tenía mujer e hijos, lo primero que pensé es "qué generosa tiene que ser su familia para apoyarle en esta larga ausencia voluntaria". Como método para reactivar la ilusión en la vida de pareja se me ocurren otros menos esforzados, pero cada cual es cada quien :))
ResponderEliminarAún con las "deficiencias" que señalas, creo que es un interesante documental, así que no descarto acudir al cine a verlo.
Gracias por otra reseña estupenda, Miguel. En tu blog hay de todo un poco y todo muy interesante :))
¡Un abrazo grande y feliz finde!
Hola Julia, una vez vista y reseñada la película también he visto alguna entrevista al director y desde luego es muy interesante lo que cuenta y como lo cuenta. Otra cosa ya es que la película como tal, sea un poco endeble argumentalmente y se quede más en bonito marco estético que un gran producto cinematográfico. Respecto a su familia la implicación ha sido total y de hecho su hijo es el autor de la bonita banda sonora. Y si, claro que hay métodos más a mano para pasar unos días sin la pareja, ja,ja,ja, realmente ese no era el objetivo, pero a mí me ha parecido un acontecimiento sobrevenido tan interesante como para darle el titular a esta circunstancia que relata el propio José.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y me alegro que te guste la variedad temática marciana. Un gran abrazo.
¡Hola Miguel! A mí también me encantan los documentales (como dices, los bien hechos), y los que tienen como coprotagonista a la naturaleza más si cabe. Todavía no he visto Cantábrico y eso que tenía ganas, pero alguien que me conoce me dijo que si de pequeña lloraba viendo a Felix Rodríguez de la Fuente por el tema de la depredación entre animales (totalmente natural por otra parte), mejor no lo hiciera. Así que ahí estoy, jeje. Desde luego, yo sería incapaz de hacer lo que ha hecho este hombre, y estoy de acuerdo contigo en que lo de las nuevas tecnologías da para un serio debate, ya que muchas veces entramos en contradicciones.
ResponderEliminar¡Ah!, hace poco vi el documental La sal de la tierra de Salgado y me encantó, no sé si la has visto.
Bueno y aquí me quedo, que me embalo.
Gracias Miguel, una vez más, por traernos propuestas tan interesantes.
Un besazo.
¡Hola Ziortza!
EliminarPrecisamente estuve viendo Cantábrico de nuevo y efectivamente hay alguna secuencia de caza entre los propios animales que puede herir la sensibilidad de alguna persona, pero es tan real como la vida misma. Respecto a la película de hoy, el tema que señalas de las redes sociales o la tecnología y el mundo rural o natural es completamente contradictorio, bueno a ese respecto pienso que todos vivimos en contradicción permanente que por otra parte es un estado muy saludable. No me gustan mucho las opiniones muy categóricas, prefiero desde luego el quizás. El documental que citas es una maravilla, me gustó bastante. En otra linea, pero muy interesante y disponible en Youtube vi hace poco un documental muy interesante: Human. Te dejo el enlace de la primera parte: https://www.youtube.com/watch?v=N1WdfVWo1pQ
Un beso grande y muchas gracias por tu tiempo.
Hola Miguel, sin importar la calidad del documental, definitivamente es un tema que me apasiona por lo controversial que resulta ser.
ResponderEliminarYo misma estoy negada a avanzar al ritmo de la tecnología, pero tengo un blog y la uso, aunque muy a discreción, la única red es google+, y mi dirección electronica, ademas de usar computador desde luego para trabajar y otras cosas como leer, buscar información y por supuesto escribir para el blog y ustedes. Nada de WhatsApp y otras redes y controlo mi tiempo en la web para que no me controle ella.
No se si el documental estará a nuestro alcance aquí en Rep. Dom. pero si lo exhiben en cines tratare de verlo.
Sabes hace unos años, precisamente en el 2015, un joven ruso se sometió a un experimento por seis meses para ver si somos capaces de poder vivir como vivió el hombre en la Edad Media en el siglo IX, con escasas herramientas y sin ninguno de esos avances, se estaba en una observación y monitoreo constante, más un análisis de los resultados que se iban obteniendo y los daños sicológicos que esta privación y aislamiento podrían causarle, ya que el ser humano está muy adaptado a vivir en sociedad y demasiado dependiente de todos esos avances tecnológicos de la ciencia. Hable de esto en una entrada del blog. Lamentablemente no supe que paso luego con el joven y cuales fueron las conclusiones.
Como de costumbre específicos, lógicos y muy detallados tus análisis, aunque no los comente, casi siempre los leo.
Feliz domingo y semana.
Hola Idalia, es efectivamente un documento impactante por encima de su calidad, que por otra parte es bastante aceptable.
ResponderEliminarMira te voy a contar una cosa en relación a lo que comentas al principio. Cuando empecé en este mundillo, un profesor que llevaba varios con un blog y en redes sociales, me dio un sabio consejo que no se si a veces cumplo en toda su extensión, pero lo intento. La idea es que el blog y las redes sociales estén a nuestro servicio y no nosotros al servicio de ellos. Es una idea sencilla pero muy interesante.
Veo complicado que el documental llegue en cines a América en general, pero debería estar en breve en las plataformas o canales por cable interesadas.
No sabía del experimento del joven ruso del que hablas, pero estoy convencido que la humanidad podría vivir de nuevo como en la edad media. Todo es cuestión de readaptar conductas. En todo caso espero que ningún acontecimiento lleve a la humanidad a tener que sobrevivir en esas condiciones tras los avances obtenidos. Lo que si me parece más interesante es lo que comentas de los daños psicológicos del aislamiento social, hay habría mucho terreno por investigar.
Muchísimas gracias por tu tiempo y enriquecedor comentario y muy feliz domingo para ti también. Un gran abrazo.
Hola Miguel, este documental espero verlo. Ese norte español es una maravilla y para los que no tenemos esa posibilidad de conocerlo en sus entrañas y disfrutarlo, este documental es un regalo. Ya vi el oso de Cantabría y fue un excelente trabajo, las imágenes...espectaculares y todo ese tiempo para poderlo mostrar, con tantos detalles. Y si éste es un reflejo, en este caso de este protagonista no solo da para disfrutar sino para pensar, reflexionar en su compañía. Gracias por su reseña. Un abrazo y feliz domingo!!
ResponderEliminarHola Eme, pues está en la misma línea que Cantábrico, aunque enfocado desde un aspecto más humanista. Además solo por ver Asturias y Redes ya merece la pena. Un beso y feliz domingo!
Eliminarhola! que placer visitarte y empaparnos de tan bellas fotos e imágenes, de un lugar espectacular! tampoco sabíamos nada de todo lo que cuentas, y hasta los magníficos comentarios alimentan y enriquecen el blog, felicitaciones!!!!!!!!
ResponderEliminarHola Buhos, muchas gracias por vuestra visita y por fijaros también en los comentarios que desde luego aportan mucho más de lo yo pueda escribir. El documental merece la pena por su belleza y por el debate que origina. Saludos!!
EliminarNo lo he visto, pero creo que "Cantábrico" está muy bien. La verdad es que no soy mucho de documentales y cuando los veo, me gustan más si son de tema histórico.
ResponderEliminarEs curioso que no se vea al protagonista cultivando o preparando la comida porque una de las cosas más interesantes sería ver la subsistencia en tales condiciones.
Un beso.
Hola Rosa, desde luego y por encima de la calidad o no, o incluso de nuestros gustos personales, la propuesta sirve para poder admirar unas tierras tan bellas como las del norte de España. Respecto al cultivo de las patatas y las verduras si se ve como José trabaja duro en ello, pero ciertamente se echa de menos ver el aspecto más cotidiano de ver como cocina o come esos alimentos, pienso que es un error no haberlo incluido en el montaje final, pero supongo que hubo que recortar para no hacerlo excesivamente premioso.
EliminarUn beso y gracias por pasarte.
No conocía el documental y ahora me han entrado ganas de verlo, así que gracias por descubrirlo y hablarnos de él. Me parece un reto durísimo pasar 100 días aislado, y no sólo por la falta de redes sociales, esto es secundario, más bien es por el contacto con las personas cercanas. Creo que yo aprovecharía y me pondría a escribir como una loca jajaj y a leer. También me parece duro montarse un huertecito con gallinas. Es que me sabría fatal tener que matarlas.
ResponderEliminarEl paisaje del documental debe de ser espectacular, nunca he estado por el norte de España, y desde hace tiempo tengo ganas!
Apuntado queda, un besote y muy buena entrada, como siempre!! :)
Hola María, quizás es en el aspecto que tú incides, como es el del aislamiento familiar,es lo que me llamó más la atención de la historia. De hecho, quise remarcar en el titular de la reseña, ese sentimiento que expresa el protagonista de que la lejanía temporal revitaliza el amor.
EliminarY desde luego, lo que si hace José Díaz durante los cien días, es escribir bastante correspondencia por un sistema complejo ideado para recibir también cartas de sus familiares, sin tener que recurrir a ningún contacto humano.
Bueno y sin duda la belleza otoñal del Parque Natural de Redes queda reflejada en la película, un buen lugar para un escapada viajera. Un beso y muchas gracias por tu tiempo.
¡Hola, Miguel! ¡Qué peligro tiene que yo vea este documental! Precisamente, pasar una temporada en un hórreo asturiano, en soledad, sin más tecnología que papel y bolígrafo es mi deseo prohibido. Creo que todos deberíamos tener el derecho a desconectar de todo, al menos una vez al año. La soledad puede ser la mejor compañía para recargar pilas, desear lo que ya te aburre, y apreciar de verdad lo que ya se tiene.
ResponderEliminarQuizá la mayor duda que me deja este documental es en lo referente a la electricidad. ¿Qué clase de baterías se llevó a esa casa para que le permitiera grabar durante cien días? De todas formas, es un documental que apetece, sin duda. De hecho desde el gran Félix Rodríguez de la Fuente es un género que me apasiona.
Un fuerte abrazo!!
ja,ja,ja, pues nada David envíale un correo al documentalista y a ver si te puede alquilar la cabaña en la que pasó los 100 días y que por cierto, los usó entre otras cosas, para redactar el guión de la película sobre la marcha y escribir un montón de cartas para su familia. Respecto a las baterías y a las tarjetas de grabación de sus equipos, ideo un sistema de intercambio con su hijo para entregar lo ya grabado en un punto intermedio, y recoger también la correspondencia y supongo baterías y nuevas tarjetas de memoria, si es que no las hubo llevado antes. Eso si, el sistema ideado se sucedía sin que hubiera contacto personal.
EliminarRespecto al documental tengo que comentarte que tengo toda la colección del maestro Félix Rodríguez de la Fuente y desde luego en otros generos que no sean puramente el natural se hacen grandes películas (también mediocres claro). Un gran abrazo y buena semana.
Admirable, sin duda, la hazaña de rodar y vivir esta experiencia mano a mano con la naturaleza. Ufff, a mí 100 días me parece suficiente, bueno, al menos para mí, que no aguantaría ni una semana jaja.
ResponderEliminarTomo buena nota de esta propuesta tan interesante.
Un fuerte abrazo.
Hola Sofía, yo creo que no aguantaría ni un fin de semana, ja,ja,ja, y encima yo, exigiendo al documentalista, a ver si hubiera podido hacer el esfuerzo de quedarse un año aislado.
EliminarBueno, en cualquier caso la propuesta parte de una premisa más que interesante. Un abrazo y gracias por pasarte.
Hola Miguel! me parece una propuesta muy interesante la que hoy nos traes, además, de muy valiente por parte de José, porque cualquiera no es capaz de aceptar ni superar un reto así. Yo, desde luego, ni se me pasaría por la cabeza. Independientemente de las redes sociales o demás, sería por el hecho de estar sola, creo que la soledad y el aislamiento durante tantos días, pueden llegar a ser peligrosos si no son bien llevados. Me plantearé verlo, sin duda. Muy buena e interesante reseña la de hoy. Besos.
ResponderEliminarHola Verónica, es muy interesante ya de por sí sola, la idea que se le ocurrió al documentalista y que consiguiera además que gente muy experta en la producción de documentales sobre naturaleza le diera su apoyo. Como señalas, el verdadero reto es la incomunicación y el aislamiento por encima incluso de los problemas de logística. Por todo ello y por los paisajes mostrados, si duda la película ha sido una gran idea en su conjunto. Espero que puedas disfrutarla. Besos.
Eliminarevocar a Garcia Marquez en su novela de cien años de soledad , donde el general Buendia se autoescribia no cabe duda que para el Miguel verse en un entorno como el nuestro de Asturias le ofrece un sinfin de posibilidades mayores que el de estar privado de la libertad ,es notorio lo que nos das en tu critica de que Jose Diaz de haberse extendido a las cuatro estaciones ganaria en cuanto al desarrollo natural de la misma sobre todo en el excelente paraje de Somiedo , de todas formas el reto del protagonista jose es altamente eficiente ya que con su equipo tecnico y el soporte humano ha logrado llevar a la gran pantalla esta obra donde la naturaleza abre al visitante un cumulo de obstaculos que hay que saber sobrellevar , y donde el principado deja asomarse al resto de España como un lugar merecedor para ver .nos das una completa y precisa critica que dejas para que la compartamos como una buena guia de la pelicula donde la soledad nunca es facil de soportar , habida cuenta de los medios actuales que siempre nos lo estan poniendo como un mundo hostil y siembargo al final todos nos debemos de vivir y superar la nuestra propia , enhorabuena por todo y mas como asturiano por darlo a conocer. jr.
ResponderEliminarHola José Ramón, como bien comentas esa evocación en el título al maestro Gabriel García Márquez, es ya de por sí, lo primero que llama la atención de la propuesta. De hecho, durante la redacción de la reseña, varias veces escribí, Cien años de soledad, en vez del título de hoy, tuve que corregir luego.
EliminarPor otra parte me alegro mucho que como buen asturiano que eres y tu labor desarrollada allí, hayas dejado tu firma y tu comentario en esta crítica de una película que es ante todo un homenaje a las montañas de Asturias y a la propia naturaleza que en esa tierra es única en España y en el mundo.
En definitiva y como comentas en tus palabras finales, la película es una reflexión sobre la soledad, la comunicación/incomunicación y por supuesto lo que trata de hacer es poner en valor el mundo rural y natural en contraposición a las grandes ciudades y su medio de vida.
Un gran abrazo y gracis por tu tiempo.